Hemos hablado ya en numerosas ocasiones de los distintos colores del aluminio, pero queremos en esta ocasión explicar el modo de elaboración de las barras de este material y porqué tras su fabricación no puede cambiarse de color ni repintarse de nuevo.
El paso imprescindible para obtener un material perfecto para su uso en la construcción y del color y/o textura deseados para realizar las ventanas, es el Anodizado, una técnica que recrea la capa de protección natural del aluminio, llamada alúmina y que se crea al contacto con el aire únicamente en la superficie del metal impidiendo la corrosión del interior.
Para esta preparación se deben seguir las siguientes etapas:
Para esta preparación se deben seguir las siguientes etapas:
- Desengrase: se eliminan las grasas, de origen vegetal o mineral en un medio ácido y a altas temperaturas.
- Aclarado: Con agua desmineralizada se eliminan los restos.
- Decapado o matizado: se eliminan los óxidos generados con soda cáustica como decapante y a 50 °C.
- Neutralizado: Ya a temperatura ambiente se detiene la acción de la soda cáustica, se eliminan los óxidos y se blanquea el material, aunque sin enjuagar.
- Anodizado: Se deposita sobre el material la capa protectora de óxido al ser sumergido en una solución de ácido sulfúrico y sometido a una corriente eléctrica. Se consigue un material homogéneo, liso y protegido.
Este elaborado procedimiento da como resultado un material perfecto, práctica y estéticamente que no debe ser pintado ni repintado si no es siguiendo las fases indicadas para evitar resultados desastrosos.
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